There he goes. One of God's own prototypes. A high-powered mutant of some kind never even considered for mass production. Too weird to live, and too rare to die.

miércoles, 5 de mayo de 2010

God is in the radio


“Buenas noches a todos, cabrones hijos de puta. Hoy me vais a acompañar durante mi ruta nocturna por el Bronx (y no os queda otra que apechugar y aguantar mis malos humos). Aquí me veis, recorriendo las calles en busca de los miserables de siempre. ¿Por qué nos gusta rodearnos de desgraciados? Nos sube el ánimo y la autoestima. ¿Qué por qué? Siempre habrá alguien más desgraciado que uno mismo, y eso nos gusta. Nos jactamos de las desgracias ajenas, somos incapaces de alegrarnos por los demás, porque somos así de podidamente egoístas. Nos motiva pisar la felicidad de los demás, y esosolo remarca nuestra incapacidad de ser felices. ¿Qué hacemos entonces? Juntarnos en alguna mugrienta acera y olvidar nuestros problemas a base de drogas. Siempre me divierte cómo pintan los medios dichas substancias. No hay fumadores ni bebedores que sean considerados parias sociales. Nosotros sí. ¿Por qué? Es legal y no hay vuelta de tuerca. El drogarnos nos hace delincuentes, al parecer, y tenemos a todo un maravilloso sistema en nuestra busca y captura. ¿Ayudas? ¡Para qué! No, mejor encerrémosles entre barrotes como a bestias y que se maten entre ellos, pongamos a unos cuantos gorilas vigilándoles y que les den un par de palizas cuando se aburran. Me pregunto yo con asiduidad si somos nosotros las bestias, cuando lo único que hacemos es pagar al sistema con su misma moneda. Quieren encerrar a personas por el simple hecho de autodestruirse (dulcemente, he de añadir), pero en realidad eso es exactamente lo que quieren. Pretenden mantener nuestro pasotismo, desean que enterremos la cabeza en una palangana llena de whiskie, que nos quedemos medio lerdos por unas rayas de más. No quieren que pensemos. ¿Y sabéis por qué? Porque si lo hiciésemos aunque fuese un poco, todos acabaríamos por sublevarnos, nos levantaríamos en unión contra este sistema de mierda y haríamos enloquecer a la nación. Pero claro... Si no pensamos, no hay revolución. Y por eso estoy aquí, como siempre, en el barrio de siempre en busca de la esquina de siempre para tratar de olvidar el asco que me produce todo esto.”

1 comentario: