There he goes. One of God's own prototypes. A high-powered mutant of some kind never even considered for mass production. Too weird to live, and too rare to die.

jueves, 22 de abril de 2010

Give them a taste of my misfit love


“Hoy, niños, os daré una sencilla clase sobre la repercusión tan poco enrevesada que conlleva que yo posea una bandejita de plata para ponerme fino a base de mierda que me refresca la nariz. Sabido es que detalles como este hacen que te tachen de presuntuoso, chulito, prepotente o demás adjetivos igual de agradables. Nadie, al parecer, observa dicho detalle como la más grande de las ironías de mi vida. ¿Qué simboliza mi pequeña pijada de plata? Respuesta fácil, niños. La simple acción de utilizarla y además unida a un perfectamente enroscado billete de quinientos es una estupenda y divertida metáfora que representa el dinero (que hoy me he levantado poético, vaya). No es esta vida la que consume mi cerebro, la que abotarga mi mente. No es este tipo de vida lo que me está matando. El dinero. La sociedad. Esos dos entes serán mi perdición y mis más despiadados verdugos en este mundo de locos. Y mientras continua la cuenta atrás, el artista de los bajos fondos se pierde en cavilaciones sobre la pasada gloria de su propia sombra.”

miércoles, 21 de abril de 2010

Song with no name, man with no nation


“¿Quién soy? ¿Acaso importó alguna vez? Nada queda y nada persigo salvo a mí mismo, la sombra que me guía y que se densifica tras mis ciegos pasos. Tengo un nombre y sigo sin ser nadie, mera existencia con una mente llena de sueños rotos que derivan en la oscuridad de la intemperie y anhelan el reposo sin hallar posada. Soy nada y soy yo mismo, soy ese otro, el que te espera, el que no termina de nacer, el nonato que finge estar aquí y aquel que sueña con ser el sueño de alguna pobre existencia. Soy el asesino y el amante, el ladrón y el que dona sin esperar nada, el desesperado que desea no desear nada más que la desidia e ignora los ciegos soles de toda aurora ausente. Espíritu libre encadenado por las sogas de un destino caprichoso que se jacta de tenerlo a su merced. Ya sin lugar ni mundo, a la sombra que jamás da conmigo espero, muriéndome de frío en el averno, soñando con recuerdos que nunca tuve. Ave de algún paraíso extraño, veneno de una cobra que paraliza y mata, yo soy esto. Y aquí me quedo.”